viernes, 7 de agosto de 2009
Boogie Nights
Lo primero que me viene a la cabeza de este filme es la escapada con unos amiguetes del instituto en plena pubertad para verlo en el cine. Alguien había escuchado que trataba sobre porno y tal y después de un soporífero cumpleaños aburguesado no nos lo podíamos perder y necesitábamos impostar un poco de rebeldía hormonal.
Años después comprendo mejor que nunca esa ansiedad y, aparte, aprecio el valor entre lo documental y lo moralista de esta película.
Boogie Nights nos relata de forma entretenida los albores de la industria pornográfica en Estados Unidos a partir de la historia de Eddie, un chico con un horizonte vital aparentemente gris, pero que, secundado por un falo descomunal, tendrá la suerte de conocer en una discoteca de moda al director de cine Jaca Hormer para convertirse a posteriori en el icono de la escena Dirk Diggier, una cegadora estrella del porno.
Se establece entonces una simbiótica relación entre este cineasta con vocación artística y un elenco de actores que generará una prolífica producción. Sin embargo, las trayectorias de los personajes no se encuentran exentas de contradicciones y problemáticas, sufriendo especialmente cada uno de ellos cuando contrastan los estereotipos de sus profesiones con las vicisitudes que les plantea la vida fuera de los platós y del microcosmos porno que se mueve alrededor de Hormer.
Los primeros ochenta y la eclosión de la cinta de vídeo y los cambios en la industria pornográfica a ella asociados entroncan con la primera crisis de identidad de todos los personajes de la trama. A nivel genérico, por la estandarización fordista del producto; a nivel particular, por las erráticas vivencias del elenco.
No obstante, este declive y sus nefastas consecuencias se palia en parte gracias a la refundada unión de unos personajes que en solitario dan rienda suelta a una serie de confusiones y frustraciones, pero que actuando como un equipo crean unas sinergias sobreprotectoras en las que radica su éxito.
En líneas generales, más allá de las historias personales, el mejor activo que observo en la película estriba en la plasmación comprensible, diacrónica y descarnada en ocasiones del primigenio porno estadounidense.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Està farcida de grans personatges: Rollergirl, Amber Waves, Reed y Little Bill són perfectes complements per a Dirk i Jack, les estreles de la pel·li. És magnífica.
ResponderEliminar