viernes, 16 de enero de 2009

Goles valencianistas desde larga distancia


Celebrar un gol de tu equipo desde el centro del campo (anotarlos ya resulta más complicado) siempre supone una descarga de adrenalina espectacular, no sólo por la fuerza que se imprime en la acción sino también por la plasticidad del resultado.
Suena paradójico que esta suerte se conozca como gol de Pelé, teniendo en cuenta que el astro carioca no consumó su intento con la diana.
Sin embargo, en este texto nos vamos a centrar en goles valencianistas desde los aledaños del círculo central, aunque no esté de más una somera contextualización basada en otros protagonistas.
En este aspecto, mi infancia y pubertad vieron el gol del por entonces madridista Aragón al FCB en la Supercopa, los que Hagi metió con RMCF y FCB (aquel disparo envuelto en la niebla contra el Celta de Vigo), uno de Simeone en pretemporada con el SFC o el prodigio técnico de un Iván Ania que estaba llamado a altas cotas. Más tarde llegaría Roger para convertirse en un especialista en la faceta. No me he olvidado del gol de Mikel Lasa al SFC, con la pelota adentrándose al trote cochinero en la meta hispalense. Todo un ejemplo de que no hacía falta ser un superclase para golear desde el centro del campo.
Dejando al margen la sana envidia que estos tantos me crearon, recopilo mis recuerdos al respecto y me percato de que la aportación del VCF a este capítulo es sustanciosa.
Nuestro primer gol de esta factura que recuerdo se lo metió Fernando a Osasuna en 1989, ya desde el campo rival y con alguna facilidad por parte del guardameta. Luego llegaría una época marcada por el auténtico especialista en estas lides: Pedja Mijatovic.
En la pretemporada 93-94 el montenegrino avisó de lo que era capaz endosándole su primer gol desde el centro del campo al SFC en el torneo 80 Aniversario de San Mamés. Marco incomparable y victoria valencianista contra los leones en la final, con otro esplendoroso gol de Mijatovic, esta vez con una de aquellas faltas desde la frontal del área que tanto le gustaban. Su bautizo oficial desde la larga distancia llegaría durante la campaña oficial y lo sufrió el Logroñés en plena crisis deportiva gestionada por Héctor Núñez. El broche de oro a su trilogía de zurriagazos con el VCF lo puso Mijatovic en la siguiente pretemporada. La víctima fue Stanley Menzo, portero del PSV Eindhoven, en las semifinales de aquel Joan Gamper en el que a Paco Roig le impusieron la insignia de oro y brillantes en el Camp Nou, una imagen contranatura a tenor de algunas de las declaraciones que jalonaron su mandato.
Los irregulares comienzos de Claudio López arribaron a posteriori como complicada transición de la era post-Mijatovic, pero en su primera temporada Piojo nos grabó en la retina un gol desde el centro del campo que hacía atisbar a Molina que su pesadilla particular estaba empezando.
Finalmente, nadie mejor que un delantero del nivel de David Villa para cerrar un recuento de goles brillantes con su zapatazo en Riazor, doblemente satisfactorio por su belleza y por volver a ponernos en disposición de asestarle al Deportivo de La Coruña otro de esos knock-outs que tanto hemos intercambiado en los últimos 15 años.
Sirva este acopio de goles en la memoria como recordatorio de tantos tantos disfrutados y aperitivo de los que nos quedan.
Y de Mijatovic, quedémonos con la colección de golazos que dejó para la posteridad.
Como lo narró Picornell bajo la espesa lluvia madrileña: Pren carrereta, llança... col-locat...gooooool!

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